Smartwatches y la fiebre por los gadgets.

       

Y es que me he estado fijando últimamente en las noticias sobre tecnología, y esto de los accesorios de última generación, es una constante en la que las empresas están invirtiendo su tiempo y dinero para no quedarse a la cola de las novedades que van surgiendo y poder hacer competencia.

Si lo pensamos, el hecho de llevar hoy en día un smartwatch (por ejemplo), es casi sinónimo de pertenecer a una élite de  tecnoadictos adinerados que no les importa pagar una millonada por un artilugio de este tipo, que en mi opinión, solo mola por el hecho de poder decir: ¡Guau, un reloj que te dice el tiempo! pero que carece de utilidad real. Por que si amigos, por mucho que os empeñéis, un reloj, va a seguir siendo un reloj y la gente va a seguir usándolo para mirar la hora. 

Aun que he de reconocer, que marcarte un Michael Knight siempre te puede servir para impresionar a alguna zagala desprevenida.

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